Época: España2
Inicio: Año 1700
Fin: Año 1750

Antecedente:
Corolario de la arquitectura extranjera en España

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

Si bien la arquitectónica italiana abarca un amplio campo de la actividad, la tendencia francesa también quedó bien advertida desde los inicios del siglo. Se ha subrayado la influencia de De Cotte y Carlier con motivo de la reconstrucción del Buen Retiro, vía por la cual el bon gout de la corte de Versalles incidía en la corte de Madrid y con él la defensa de un clasicismo barroco europeo de gran interés. Tras las iniciativas de Felipe V del traslado de la influencia francesa, muy latente entre 1708 y 1715, continuó el mismo impulso en una corriente que fue ampliada al mundo de la ingeniería, jardinería, escultura, etc., con motivo de la remodelación de Aranjuez y la construcción de La Granja de San Ildefonso. Los nombres de Brachelieu, Marchand y Rodolphe van a ser de gran relieve en las obras de planificación, hidráulica, ordenación de territorios, caminos, puentes, puertas, etc. Algunos franceses como es el caso de Degroz participaron en el trazado de la obra del Palacio Real, y en una actividad no transitoria sino de gran continuidad y eficacia se señala al arquitecto Francisco Antonio Carlier, autor de remodelaciones en el Buen Retiro y sobre todo de grandes intervenciones en el Pardo, realizando la Capilla Real y la remodelación del Palacio al que transforma con el nuevo diseño de las torres y las galerías del Patio principal.La obra de Carlier más significativa fue el conjunto de monasterio, palacio y templo de la Visitación de Madrid (Salesas Reales) obra que conjuga el clasicismo francés estricto y elementos brillantes de acento rococó. Jaime Marquet llegó procedente de París en 1750. Su obra fue representativa por su labor de urbanista en Aranjuez continuando en la tarea emprendida por Bonavia, tanto a nivel de ciudad como de territorio. Como constructor realizó numerosos edificios urbanos y rústicos en el mismo lugar y fue el tracista del palacio del Real Correo en la Puerta del Sol madrileña, inaugurando una tipología netamente francesa a la que también serviría de ejemplo el palacio de Piedrahíta para el Duque de Alba. Fue el creador de una arquitectura de Teatros de los que son ejemplos los de Aranjuez, El Escorial y el Pardo. Creó asimismo el tipo que caracterizó al edificio de Postas que se prodigó por el entorno de la capital, sirviendo el modelo también para otras provincias.La arquitectura francesa influyó en el desarrollo de una arquitectra palacial específica, y otra de carácter racionalista, funcional, muy escueta en su diseño, pero noble y apropiada para el cumplimiento de su cometido.